En este proyecto, los arquitectos decidieron hacer amigos entre dos estilos arquitectónicos y crear un espectacular dúo de épocas en un solo sitio. Como resultado, los dos edificios están uno al lado del otro, con tranquila confianza en sí mismos y en completa armonía con el paisaje circundante.
Aunque según el proyecto, el nuevo edificio es una extensión moderna, los arquitectos resultaron ser una segunda casa completa, que se convirtió en una continuación lógica de la antigua casa. El discreto estilo victoriano de la fachada principal se complementa con las modernas fachadas de los patios.
Unidad y opuestos
Era difícil lograr tanta organicidad, pero una familia con tres hijos y dos perros tenía muchas ganas de tener una casa moderna, luminosa y espaciosa. Soluciones arquitectónicas interesantes, líneas simples y limpias, fachadas de ébano: estos detalles ayudaron a encontrar características comunes con una casa antigua lacónica.
Si la casa antigua es de un piso, entonces para la casa nueva se tuvo que agregar un segundo nivel para crear un área privada para los padres. Por lo tanto, se eligió el negro para la decoración de las fachadas, de modo que los edificios no difirieran visualmente en altura, y las fachadas negras hicieran eco del techo de tejas oscuras de la antigua casa.
Diseños interiores de una casa nueva.
Las premisas de la nueva casa son amplias habitaciones luminosas con un gran porcentaje de acristalamiento. El área empotrada permitió crear tres grandes espacios que fluyen entre sí: una sala de estar, una cocina y un comedor, y en la parte antigua de la casa había tres dormitorios y una sala de recreación. En el segundo piso de la nueva casa, organizaron una gran sala de juegos, un dormitorio principal con baño propio y una terraza.
En mobiliario y decoración, los diseñadores utilizaron mucha madera y jugaron con los contrastes. Así las paredes blancas contrastan con los marcos negros de las ventanas y las persianas del mismo color, que también son el exterior de la casa. El juego de contrastes se suaviza con superficies de madera de color miel: este es el piso, las escaleras, los estantes abiertos y los muebles.
La sala de estar tiene ventanas corredizas de piso a techo, que se pueden abrir casi por completo cuando hace buen tiempo y dejan entrar la naturaleza en el interior. Delante del salón hay una gran terraza, que está protegida de la luz solar directa por vigas de madera. En la terraza será muy conveniente que los niños jueguen, hagan fiestas o tomen baños de sol.